LOS MINERALES: UN REGALO DE LA TIERRA QUE NOS ACOMPAÑA EN NUESTROS PROCESOS DE CAMBIO

(PARTE I)

AGATA

Colores variados: distintas tonalidades de marrón, veteados en crema, tonos rojizos, azul grisáceo claro, negro… Su característica general son las vetas de distintos colores que dibujan aguas concéntricas u onduladas.

Diferentes clases de ágata:

AGATA FUEGO (marrón. rojo): PROTECCION. SANAR ADICCIONES

AGATA MUSGO (verdosa): ABUNDANCIA-PARTOS. Saca de períodos de estancamiento acrecentando la perseverancia.

AGATA DENDITRICA (inclusiones de hierro y manganeso que parecen ramas de árbol): ABUNDANCIA

AGATA CARNEOLA o CORNALINA: (naranja rosado a naranja intenso, color miel). ALEGRIA. CREATIVIDAD

AGATA CALCEDONIA o “DE ENCAJE” o “DE CINTA AZUL” (color azul celestre con vetas blancas o crema. Algunas son más grisáceas, lisas y de una calidad menor). COMPASION-AMOR MATERNAL

AGATA BOTSWANA (Dibujos concéntricos en colores que van del marrón oscuro casi negro a tonos rosados claros, son muy características).

En general: Afín a la energía de la tierra. Ayuda a efectuar cambios positivos, aleja el temor y predispone a la alegría. Favorece la estabilidad interna y la auto confianza. La cornalina transforma el miedo a la muerte y estimula la creatividad y el disfrute. También colabora en disfunciones de los órganos sexuales (como impotencia y frigidez). La calcedonia conecta con la compasión y el amor maternal. Promueve la comunicación. Neutraliza la ira. Cura las afecciones de garganta, ayuda a bajar la fiebre y actúa en resfriados (equilibra la temperatura corporal). Regula el sistema inmunológico. Indicado para alergias. El ágata Botswana va bien para dejar de fumar.

AGUAMARINA

Mineral de color verde azulado (el color del mar, de ahí su nombre), puede ser opaca si no está tallada o de una transparencia y belleza absoluta si lo está. Hoy día no es fácil encontrar una aguamarina auténtica en joyería, pues se sustituye por gemas parecidas. La real es cara (a no ser que sea sin pulir, o sea, en bruto). Su función es promover la comunicación fluida pues tiene que ver con el 5º chacra (laríngeo) y favorece la facilidad en expresar a cualquier nivel, fortaleciendo la garganta tanto a nivel físico (anginas, dolores de garganta, ronquera, etc.) como a nivel emocional, dejando que surja el valor necesario para decir lo correcto a la persona adecuada en el momento justo y si no, al menos, da el empujón inicial para decirlo y que las palabras no se queden bloqueadas en la garganta. Tradicionalmente el aguamarina se regalaba a los marinos y navegantes como amuleto protector en sus viajes y salidas al mar. También se considera una gema muy adecuada para establecer una buena comunicación entre las parejas.

AMATISTA (CUARZO)

Mineral de la familia de los cuarzos de color morado claro a muy oscuro y de apariencia opaca hasta translúcida. La amatista es muy conocida y fácil de adquirir. Funciona muy bien a nivel físico para el insomnio y los dolores de cabeza. Se puede probar también con migrañas, aunque hará falta más tiempo y que sea de un tamaño aceptablemente grande (a mayor intensidad del síntoma más debe trabajar el cristal). A nivel emocional trabaja la ansiedad porque tiene un efecto tranquilizador y además relaja la mente, con lo cual se utiliza para potenciar la meditación. Calma el temor exagerado a la muerte y disuelve la falta de confianza en el natural fluir de las fuerzas del universo. Como sintoniza con el 7º centro de energía del ser humano, el corona, y proporciona conexión con nuestro Ser Superior, facilita la apertura de conciencia. Si es el momento adecuado y la persona está preparada para ello puede desbloquear memorias de vidas pasadas para que se pueda integrar algo pendiente de resolver.

AMAZONITA

Color verde azulado con puntos o rayitas pequeños blancos. Equilibra el sistema nervioso porque es relajante. Aumenta la capacidad de ver un problema o situación bajo diferentes perspectivas. Favorece la expresión de la palabra y la comunicación con los demás por su color afín al centro de la garganta o laríngeo.  Equilibra el yin y el yang. Casa los aspectos intelectual e intuitivo. Protege de cualquier tipo de onda electromagnética.

ANGELITA

Representa la paz y la hermandad. Facilita el contacto consciente con el reino angélico. Potencia la comunicación telepática y capacita para realizar viajes fuera del cuerpo conservando al mismo tiempo el contacto con nuestra realidad cotidiana. Eleva la percepción. Ayuda a decir la verdad, a ser más compasivo y a aceptar más las cosas, especialmente aquellas que no puedes cambiar. Transmuta el dolor y el desorden en plenitud y sanación, eleva la conciencia y abre a la canalización psíquica. Conecta con el conocimiento universal. Curación Física: Alivia la inflamación de garganta y equilibra tiroides y paratiroides. Diurética y equilibrante de los fluidos coroporales, siendo útil para controlar el peso corporal. Relacionada con los pulmones y los brazos. Alivia las quemaduras de sol.

CALCITA 

Poderoso amplificador y limpiador de las energías, potenciando tus reservas personales. Acelera el desarrollo y el crecimiento y facilita la apertura de la conciencia superior y de las capacidades psíquicas, la canalización y experiencias de salida del cuerpo. Combate la pereza ayudando a desplegar más energía. Ayuda a recuperar la motivación y la esperanza. Potencia las funciones mentales (discernimiento, memoria, percepciones). Promueve la acción (plasmar las ideas). Estabiliza en general y aumenta la confianza en uno mismo. Capacidad de superar reveses. Curación física: Equilibra el calcio de los huesos, fortaleciendo el esqueleto y las articulaciones. Estimula el sistema inmunitario. Alivia dolencias intestinales y de la piel (verrugas, úlceras o heridas supurantes, se puede aplicar el elixir directamente). Color específico: calcita clara: Curalotodo, especialmente tomada en elixir. Poderoso desintoxicante. Anitséptica. Curación profunda del alma, revitalizadora de los cuerpos sutiles, limpidadora y alineadora de los chakras. Abre y limpia los ojos externos (físicos) e internos. Calcita naranja: Hay gran variedad de colores: verde, azul, amarillo, rosa, roja… La naranja equilibra las emociones. En lo demás actúa de manera muy similar a la cornalina. Indicada para depresiones.

CUARZOS

CUARZO TRANSPARENTE (CRISTAL DE ROCA O CUARZO HIALINO)

Puede tener inclusiones de otros minerales o dibujos por dentro. Equilibrante, protege de la negatividad (la neutraliza). Absorbe las geopatías y ondas electromagnéticas, reforzando nuestro campo energético. Amplifica (lo mismo los estados positivos que los negativos, por lo que si estamos alterados puede ser que el cuarzo lo haga más evidente). Almacena información y vibra siempre inalterable a la misma frecuencia, por lo que armoniza las vibraciones de los cuerpos sutiles de la persona. Es el “curalotodo” por excelencia, pues se puede utilizar para cualquier cosa a nivel físico, emocional o espiritual.

CUARZO AHUMADO

Color grisáceo, marrón claro a muy oscuro. Cuando es radiado artificialmente puede ser casi negro. Conecta con la sabiduría natural interior de uno mismo. Bueno para la meditación y para hacernos más perceptivos a nuestros “guías” o acompañantes invisibles (no seres fallecidos). Puede llevar a recuerdos de vidas anteriores pues sintoniza con el inconsciente. Se parece bastante al cuarzo transparente y de hecho a veces puede sustituirlo. Absorbe el dolor físico poniéndolo encima de la zona afectada y deshace nudos musculares utilizando un lápiz masajeador de este mineral. Protege de ondas electromagnéticas.

CUARZO AMATISTA (ver arriba)

CUARZO CITRINO

Amarillo pálido tirando a marrón (si es natural a veces cuesta distinguirlo del cuarzo ahumado o transparente, pues puede tener una tonalidad muy suave). Cristalino. Cuando es artificial se nota porque dentro está como fraccionado y su color oscila del blanco al amarillo intenso o casi marrón. Se consigue “quemando” la amatista. El topacio es de un color amarillo dorado más intenso y se utiliza como gema en joyería. Produce optimismo, alegría de vivir y expansión, por lo que está muy indicado en estados de tristeza o depresiones. Ayuda a concretar el trabajo que se realiza (sobre todo si es de tipo creativo). Estimula la actividad intelectual y facilita la concentración. Afín al bazo, hígado y páncreas (sistema digestivo). Estimula el sistema inmunitario y refuerza la energía vital. Refuerza las encías siempre que no exista infección, supuración o inflamación, como gingivitis o piorrea.

CUARZO ROSA

Color rosa más o menos intenso, cristalino u opaco, depende de la calidad. Cristal del corazón por excelencia. Todo lo que tenga que ver con las heridas emocionales o pérdida. Sosiega el corazón y abre a la persona al amor incondicional. También aporta calma en estados de ansiedad o estrés e incrementa la autoestima de la persona. Fortalece las relaciones de pareja y atrae el amor a nuestra vida. Facilita la comunicación de los sentimientos desde el corazón. Es bueno tener alguna pieza de cuarzo rosa en la habitación principal de la casa para armonizar el ambiente. Es muy aconsejable llevarlo a menudo encima y regalarlo a otros, pues equilibra las emociones. Por su afinidad con el corazón va bien para afecciones cardíacas y sistema circulatorio. Glándula timo. Se puede utilizar en estados depresivos o de melancolía porque aporta paz al corazón.

CUARZO VERDE

(Se puede confundir con la AVENTURINA porque es muy parecido a esta, el cuarzo verde es algo más oscuro).Color verde “bosque”. Opaco y suele ser liso, con gradación en los tonos de verde. Por su color va bien para el centro del corazón y equilibra el sistema nervioso central. Aporta paz y serenidad. Tiene que ver con la sanación emocional o física en general y en particular, tiene afinidad con el estómago. También funciona muy bien para el sistema endocrino.

FLUORITA

Colores variados: amarillo, ocre, verde, azul, lila… Normalmente está veteada por varios colores (por ej. es frecuente el verde, lila y transparente juntos) pero también se puede encontrar que predomine uno de ellos. Cristalina en mayor o menor medida, pero no transparente del todo. La formación natural es en octaedros (como dos pirámides unidas por la base) o cubos. Tiene múltiples aplicaciones según el color, pero en general es una gran equilibradora entre lo positivo y lo negativo. Y aplicable en estados de alteración mental, ya que aporta calma y serenidad. Promueve la disolución de patrones antiguos y arraigados. Protege a nivel psíquico y estabiliza el aura.

Es regeneradora tanto de los cuerpos sutiles como de la piel y mucosas. Alivia en estados gripales y sinusitis.

COLOR VERDE: limpia el aura. Va bien para el estómago.

COLOR MORADO O PÚRPURA: Favorece la intuición y la conexión con la parte espiritual. Buena para los huesos.

COLOR AMARILLO: Armoniza la energía en los grupos. Actividades intelectuales. Libera toxinas.

GRANATE

La más conocida tiene el color que da nombre a la piedra, pero puede ser verde, negro, marrón, anaranjado... Cristalino, con distintos grados de transparencia hasta llegar a ser totalmente opaco. Tiene que ver con los vínculos familiares y de sangre. Estimula el coraje y la acción. Indicado en apatía o desánimo y también fatiga. Físicamente aporta su energía a cualquier problema relacionado con la circulación de la sangre, la menstruación, la fertilidad o de tipo sexual (frigidez/impotencia). Para anemias.

HEMATITES

Plateado oscuro tirando a gris y a veces con vetas, puntos o parte de la superficie, rojo óxido. Es más bien pesado. Opaco con brillo metálico. Protege de las energías negativas. Por su color plateado va bien para mantener la conexión de la conciencia con el cuerpo durante los viajes astrales (cordón de plata que une el espíritu a la parte física). Ayuda en las cuestiones materiales y en temas legales. Funciona en problemas de circulación y anemias. Antihemorrágico. Si se aplica en quistes o zonas tumorales puede llegar a absorberlos o a calcificarlos. Pasándolo por cicatrices las “borra” o disminuye, aún siendo antiguas.

JADE

Color verde claro a oscuro, con manchas blancas o negras algunas veces. Va desde el más opaco a translúcido. Hay colores variados, pero el más conocido para terapia y utilizado en ornamentación son las distintas variaciones de verde. Estimula los sueños si se coloca sobre la frente. Aporta armonía mental y facilita la resolución de problemas o tareas. Muy indicada en sanación física de cualquier tipo, tiene mucha potencia para estimular la capacidad autosanadora del cuerpo. Los orientales creían que aporta longevidad a quien la usa con frecuencia.

LAPISLÁZULI

Azul índigo o algo más claro, punteado con inclusiones de pirita (dorada) o manchas blancas u ocre claro. A veces es sólo azul y puede ser más claro, e incluso confundirse con el cuarzo azul. He llegado a la conclusión de que quizás el cuarzo azul es la variedad menos apreciada del lapislázuli, pero que provienen de la misma familia. Se podría parecer a la sodalita, que es azul oscuro con manchas negras y blancas, aunque si se comparan se aprecian las diferencias fácilmente. Piedra de la intuición por excelencia, asociada al tercer ojo (o chakra del entrecejo) está muy indicada para meditar. Conecta con el Yo Superior y estimula las facultades mentales (clarifica). También aporta conocimiento o lo facilita. Armoniza los cuerpos sutiles. Reduce la hipertensión, alivia las neuralgias (dolor de cabeza) sobre todo cuando son en la parte frontal (frente/sienes).

MALAQUITA

Opaca, Brillante, color verde en varias tonalidades. Tiene aguas características, más claras u oscuras que forman hermosos dibujos circulares u ondulantes. Tiene mucha facilidad para absorber las energías negativas y por tanto es protectora, pero por eso mismo se ha de limpiar cada vez que se utilice, o tenerla siempre sobre sal gruesa cuidando de que no se raye, pues es delicada y tampoco le conviene estar mucho tiempo en remojo ni ponerla al sol. Es altamente sanadora y se puede utilizar para cualquier tipo de dolencia, pero por su color verde tiene especial afinidad con el sistema nervioso central, equilibrándolo. Favorece la concentración, por lo que puede acompañar a otros cristales en la meditación.

OBSIDIANA

Piedra volcánica. Translúcida, opaca. Brillante. Puede ser parda, grisácea, marrón, con dibujos o manchas verdosas, salpicada de puntos blancos (obsidiana nevada)... La más conocida y utilizada por su potencia a la hora de absorber la negatividad de cualquier tipo (mental, emocional, ambiental, física= dolor, enfermedades tumorales) es la negra. Tiene que ver con o desconocido, la sombra (Jung) especialmente la obsidiana nevada, puede hacer aflorar aspectos inconscientes para que la persona consiga darse cuenta y transformarlos si es el caso. Ayuda a eliminar toxinas. Ana Silvia Serrano, una autora que ha dedicado todo un libro a la obsidiana, asegura que es muy buena para absorber o reducir tumores y quistes. Para cualquier dolor, como se ha dicho antes. Es aconsejable no dejarla demasiado tiempo sobre el cuerpo con fines terapéuticos y no usarla en absoluto si no se está dispuesto a descubrir aspectos profundos (a veces poco agradables) de uno mismo, pues es demoledora del ego. Para “suavizar” en esos casos se puede acompañar de cuarzo rosa. Como todo, lo mejor es experimentar sus efectos en cada uno con prudencia y obtener así una experiencia personal sobre los efectos del cristal en cuestión.

OJO DE TIGRE

Gama de marrones desde el más oscuro hasta el ocre dorado, tiene unos reflejos muy particulares y característicos como vetas de esas tonalidades. Opaca, brillante. Unión de la tierra y el sol. Protección y abundancia. Promueve la voluntad y hace tocar de pies a tierra, enraizando. Ayuda a integrar la información y a resolver conflictos internos. Promueve la autoestima y la confianza. Algunos autores lo relacionan con el chakra de la corona por su reflejo dorado (afinidad con el Rayo Dorado) y lo proponen para la meditación, ya que además tiene en sí la otra polaridad (marrón=tierra) que ayuda a enraizar. Facilita la puesta en escena de la creatividad tanto artística como intelectual y la realización de ideas y proyectos. Trastornos del aparato digestivo causados por estados ansiosos, puesto que calma la ansiedad. Indicado para soldadura de huesos fracturados. Antiguamente se usaba contra el mal de ojo.

OLIVINO (PERIDOTO)

Cristalino de transparente a translúcido. Color verde muy claro (parecido a la oliva, de ahí su nombre), a veces tirando a amarillo. Es una piedra volcánica. Ahuyenta el miedo a la oscuridad y los terrores nocturnos en los niños. Apacigua el sentimiento de soledad. Purificante a nivel físico y sutil, protege el campo magnético del aura. Hace que se conecte con el propio camino y la certeza interior evitando influencias externas. Ayuda a deshacerse de la culpa y las cargas del pasado. Elimina el estrés como todas las piedras verdes. Promueve la eliminación de toxinas. Según Alejandro Magno favorecía la lactancia cuando la madre tenía dificultades con la subida de la leche.

SEPTARIA

Aspecto cambiante depende de cómo se mezclen las diferentes texturas y colores que la componen. Opaca. Puede ser casi toda beige, gris o marrón, o bien amarillo claro con aspecto más cristalino, pero suele tener las dos combinaciones en mayor o menor medida. Los cantos rodados son de forma ovoidal o bastante esférica. Afinidad con el chakra base, enraiza fuertemente y tiene que ver con lo instintivo y primario que anida en cada uno de nosotros. Conecta con lo ancestral, e incluso puede que con el inconsciente colectivo. Unión de las fuerzas del sexo y del amor simultáneamente. Ayuda a canalizar la agresividad como fuerza vital y fuente de energía, en lugar de reprimirla o estallar en momentos inadecuados cuando la carga se hace demasiado intensa. La agresividad como motor de vida y utilizada en el grado adecuado para procurar la supervivencia a nivel material no es negativa, sino que promueve la acción necesaria para facilitar la resolución de algo. Funciona para la fertilidad, todo lo que tenga que ver con órganos sexuales y reproductores, intestinos, circulación sanguínea y también recarga a nivel energético. Según Judy Hall, autora del libro Nuevos cristales y piedras curativas, la septaria es muy buena tanto para la interacción de grupos, hablar en público y potenciar la realización de las ideas, así como para la autocuración y sanación en general, pero se refiere principalmente a la constituida por calcita, en la que predomina el color amarillo.

TURMALINA

Opaca, vítrea, translúcida, depende de la pieza. Colores negro (la más frecuente), rosa, verde o azul. Combinación de rosa con el borde verde es la turmalina de sandía, perfecta para el centro del corazón pues aúna dos de los tres colores que lo equilibran (el otro es el dorado). La turmalina negra es la más conocida y una excelente protectora ya que aleja la energía negativa. Por eso mismo, a excepción de la forma esférica, es conveniente llevarla junto con un cuarzo transparente o lavarla cada día. Durante la noche es preferible no llevarla puesta, a no ser que se acompañe de un cuarzo cristalino. En estado natural se llama turmalina “chorlo” y es estriada, a veces con inclusiones de pirita, cuarzo u otros minerales. Cuando es canto rodado suele tener protuberancias y ser bastante irregular, a diferencia de la obsidiana, que es muy lisa y de menor peso. Esas serían dos facetas que ayudan a diferenciarlas. Disuelve bloqueos energéticos. Neutraliza los campos energéticos causados por ondas electromagnéticas. Deshace patrones negativos y estimula el pensamiento positivo. Adecuada para el miedo o situaciones de colapso por pánico. Alivia el dolor y fortalece el sistema inmunitario. Afinidad con el riñón y la vejiga, trata enuresis en niños entre otras cosas.
TURMALINA VERDE. Sanación, paciencia, centro del corazón
TURMALINA ROSA (RUBELITA). Confianza en el amor, autoestima, centro del corazón.
TURMALINA SANDIA. Color rosa envuelto en verde (normalmente son circulares, de ahí el nombre). Cristal del amor, fortalece las relaciones con los demás desde la compasión y la ternura. Libera tristeza antigua.
TURMALINA AZUL (INDICOLITA). Claridad de expresión, percepciones, concentración, meditación, servicio a los demás.

TURQUESA

Color verde azul (o azul verdoso, dependiendo de la zona donde se halle). Puede tener inclusiones de plata o cobre, como pequeños puntos del color del metal que sea. Hay que cuidar que no sean piedras teñidas o pulverizadas y compactadas posteriormente. En el mercado se comercializa la “turquesita” o “turquesina”, que no es auténtica, pero si se ha visto la verdadera, se puede detectar fácilmente por el color demasiado intenso e uniforme. Otra manera de reconocer la turquesa es porque puede tener rugosidades, aunque ese no es el caso de las piedras talladas. Es opaca siempre, y puede ser más o menos brillante dependiendo de la pieza, pero suele tener un aspecto más bien mate. Es la piedra de la comunicación y también una gran protectora, sobre todo de las envidas ajenas. Su uso viene de la antigüedad, tanto en Egipto como en las civilizaciones maya y azteca era muy apreciada. Es muy delicada y cambia de color con facilidad con su uso. Se si deja “abandonada” pierde su vivacidad con rapidez y hay que cargarla de nuevo, mejor en una drusa de cuarzo transparente o amatista, que a pleno sol. Es preferible no enterrarla en una maceta que necesita riego pues se puede deteriorar con el exceso de humedad. Igualmente para su limpieza es aconsejable no utilizar mucha sal y no dejarla en remojo más de 90 min., que es lo estipulado. Proporciona alegría, salud y bienestar, sobre todo si tiene las inclusiones que se han mencionado antes. Se considera un talismán de la suerte por tradición. Se le atribuye la liberación de votos de esta u otras vidas (a veces formulados sin ser conscientes en un momento de dolor u ofuscación), por lo que permite recuperar la libertad interior. Proporciona calma en situaciones en las que se ha de hablar en público y ayuda a la persona a expresarse con fluidez. Protege también de campos electromagnéticos, polución medioambiental o influencias energéticas negativas. Muy buena para las actitudes de victimismo. Indicada para todo lo que tenga que ver con las vías respiratorias altas (sinusitis, bronquitis, laringitis, resfriado, gripe, anginas...) Es también un “curalotodo” en general y favorece la cicatrización y la regeneración de los tejidos.

LIMPIEZA Y RECARGA
 

Los minerales se deberían limpiar de vez en cuando aunque no estén en contacto con la persona, porque igualmente absorben energía del ambiente, pero es imprescindible hacerlo si se han de utilizar de una persona a otra. Eso se puede hacer de diferentes maneras, dependiendo del tiempo que se tenga entre una y otra sesión.

La manera más rápida es soplar suavemente encima y alrededor del cristal, pasarlo rápidamente por la llama de una vela (evitando el calentamiento excesivo) o envolverlo con el humo de algún incienso natural. Lo podemos poner unos minutos bajo el agua corriente del grifo visualizando como ésta se lleva cualquier impregnación energética del cristal. Lo más utilizado es ponerlo en agua con sal marina durante 90 minutos o dejarlo semi entrerrado encima de un recipiente con sal marina gruesa (así no se pegan los granos tan fácilmente) durante 20 ó 30 minutos. Si son porosas o delicadas mejor limpiarlas de esta manera, o sea “en seco”, 20 minutos máximo. Lo que más le gusta al cristal es sumergirse en agua limpia del mar o de un riachuelo, pero hay que vigilar porque a veces “saltan” de la mano y no se vuelven a encontrar. Recordar que si es un cristal programado se ha de volver a reprogramar después de limpiarlo.

Si tienen calcificaciones por haber permanecido tiempo en agua y son de cristal como el cuarzo ahumado o el transparente, se pueden dejar unas horas en una solución de agua y vinagre o también pasar alcohol con un trapo para que recuperen todo su brillo. Ante la duda de que pueda dañarse el cristal, mejor abstenerse.

Para recargarlos podemos aprovechar si estamos al aire libre y dejarlos al sol, pero con precaución cuando son de color oscuro (a excepción del cuarzo ahumado) porque puede “quemarse”, mejor que sea en las primeras o últimas horas de sol o luz de día indirecta. También les favorece la luz de la luna o sacarlos de noche al aire libre. Hay algunos minerales que son más afines a la energía nocturna que diurna, como la turmalina negra. Cuando son de cristal transparente, cuarzo ahumado o citrino no hay problema en dejarlos todo el día y durante la noche también (excepto si hay luna llena y es cuarzo citrino).

NO EXPONER AL SOL: Cuarzo amatista, malaquita, cuarzo rosa (sólo luz de día indirecta), y lapislázuli

Turmalina negra u obsidiana negra

NO EXPONER A LA LUZ DE LA LUNA CRECIENTE O LLENA: Cuarzo citrino y topacio amarillo

A casi todos los cristales y minerales les beneficia estar en una maceta con alguna planta (y ésta también sale ganando del intercambio con el mineral), excepto si son porosos o blandos pues con la humedad se pueden resquebrajar, perder brillo, agrietar o incluso deshacerse.

Como es de suponer, un cristal se ha de tratar con respeto, agradecimiento y cariño y por eso mismo, si se rompiera alguno, o bien se puede utilizar para otros cometidos (por ej. dejarlo siempre con una planta) o bien después de un “descanso” enterrado durante algún tiempo (de 7 a 9 días sería suficiente) se puede volver a usar en terapias. Si ha quedado muy maltrecho lo mejor es devolverlo al mar, a un río o a la tierra, pero nunca tirarlo a la basura.

Esta información está sacada parcialmente de mi aprendizaje y experiencia, además  de   diversas fuentes, entre otras y como consulta, el libro LA BIBLIA DE LOS CRISTALES de Judy Hall, una guía muy completa y accesible para trabajar con los minerales.

(PARTE II)

Desde la antigüedad se han utilizado los cristales de cuarzo y los minerales por sus extensas propiedades. Diversas civilizaciones usaban los minerales como elementos de sanación física y también para potenciar capacidades intuitivas. Se les atribuía efectos protectores (talismanes), y a veces incluso mágicos.

Hay algunas piedras preciosas, que tienen fama de traer desgracia a su poseedor. Eso no es más que una “leyenda”, pues lo cierto es que ningún mineral puede dañar a nadie, aunque si se usara con fines no correctos o para obtener poder sobre otras personas, es posible que esa energía por un efecto “boomerang” se volviese hacia el que la generó, pero jamás es el mineral por sí solo el que puede causar daño. Si la intención de quien utiliza la piedra o mineral es la adecuada, nunca podemos dañar, sino todo lo contrario.

Si se tiene en cuenta como trabaja cada cristal, es poco probable que podamos producir algún efecto contrario al que pretendemos. Por ejemplo, las piedras rojas como el jaspe, son energéticas, activan y conectan con el primer chakra, por lo tanto, si una persona está sacando agresividad o se encuentra muy nerviosa, lo adecuado es ponerle cristales de colores que suban la energía hacia arriba y le quiten densidad (por ej. minerales de colores rosa, azul, verde o morado). Por el contrario, quien está demasiado conectado con la faceta espiritual olvidando su cuerpo físico o tiene tendencia a desconectar de la realidad, necesita colores de enraizamiento, como negro, marrón o rojo. Lo importante es equilibrar y añadir donde falta o descongestionar donde sobra. Cada cristal además, tendrá su propia frecuencia o “música”, dependiendo no sólo del color, sino también de la forma. No es lo mismo trabajar con cantos rodados, que con cuarzos pulidos, tallados, en esfera, acabados en dos puntas, naturales, etc. No obstante, si en el momento en que lo necesitamos, no disponemos del más adecuado, se puede utilizar el que sea y el efecto será el que nosotros mentalmente le imprimamos al cuarzo, pues por sus características se pueden programar y recogen la información que se les da.

Toda materia tiene una vibración intrínseca, cuanto más lenta, más densa es la materia y viceversa, hasta llegar a la vibración sutil de la energía. Esta vibración no se puede observar con los sentidos físicos, pero sí se pueden llegar a sentir sus efectos en el cuerpo humano.

Según la tradición milenaria oriental, nuestro cuerpo tiene canales de energía con unos puntos concretos principales, donde ésta se manifiesta con mayor intensidad. Hay muchos, pero los más conocidos son 7, los llamados chakras principales, aunque ahora se sabe que tenemos más por encima de la cabeza (coronilla) y por debajo de los pies. A los 7 centros de energía se les asigna un color determinado siguiendo la gama del arco iris. Así pues, los cristales o piedras preciosas van a sintonizar con cada centro dependiendo del color, pues vibrarán con la misma resonancia, armonizándolos.
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Cada chakra dependiendo de su situación en el cuerpo físico tiene unas características y está relacionado con determinados órganos y por eso nos afecta cuando está inarmónico en áreas concretas de la vida. Por igual motivo, cuando sobreviene una situación que nos altera, influye en ese chakra concreto, desequilibrándolo. No se trata tanto de creer que siempre tenemos que estar pendientes de eso, sino de vivir con conciencia de por qué o para qué nos está sucediendo algo y de relacionarlo con el centro energético determinado, cosa que nos ayudará a entender en primer lugar, para después integrar la información y transformar eso que nos impide estar en armonía. Al utilizar cuarzos en terapia, la persona suele sentir sus efectos casi de inmediato, como hormigueo, cosquilleo y sensaciones que se parecen a una corriente interna que se pone en marcha. Eso no es más que nuestro circuito energético que responde a esa vibración equilibradora.
Cuando se adquiere un cristal de cuarzo o mineral, sea cual sea la función que nos va a prestar, es necesario limpiarlo para dejarlo a cero (sería dejarlo en blanco sin grabaciones anteriores de otras energías) y que empiece a interactuar con la nuestra.
Algunos minerales son muy buenos para 'limpiar' ambientes cargados (ordenador, T.V., aparatos electrónicos en general), para armonizar el espacio vital y familiar, etc. Sus aplicaciones son múltiples y a muchos niveles, y cuando se les da un lugar en el hogar o centro de trabajo, se hacen sentir sus efectos beneficiosos.
Dejar una punta de cuarzo transparente debajo de la camilla, tanto si es para masaje como para otro tipo de tratamiento, ayuda a equilibrar y a unificar las energías de todo el trabajo que se hará entre el terapeuta y el paciente.

Se pueden poner minerales en el aceite de masaje, combinándolos con aceites esenciales afines según el efecto que se quiera conseguir. También se pueden añadir a las cremas o en una base de gel refrescante siguiendo las pautas de aplicación de los mismos. Además está la opción de dejar cristales de cuarzo transparente o cuarzo rosa en la jarra o botella de agua mineral, sin embargo, si son minerales delicados es importante dejarlos un tiempo limitado (unas horas solamente), pues se podrían llegar a deshacer en trozos diminutos o arenilla que podríamos ingerir con el agua sin darnos cuenta perjudicando los riñones.

Además necesitan ciertos cuidados mínimos, pues son seres vivos y se puede llegar a establecer una relación entre el cuarzo y la persona, que a veces puede parecer imposible a quien no lo haya llegado a experimentar.

Para ir cogiendo confianza lo mejor es experimentar con ellos sin temor. Es bueno empezar con uno mismo para sentir los efectos más directamente y así se puede entender mejor como actúan con el fin de aplicarlos después a otras personas.
Cuanto más se utilizan, más se desarrolla una cierta conexión con los minerales utilizados, y parece que son ellos los que muchas veces nos “indican” en el trabajo individual con cada persona donde necesitan ser colocados. Además podemos llegar a darnos cuenta de si necesitan “descansar”, recargarse, etc. pues veremos que cambia su color, su brillo o simplemente porque lo sentimos así.
Por sus muchas cualidades, es aconsejable tener un cuarzo personal que nos acompañe, con el que podemos trabajar para obtener una ayuda concreta en algo que deseemos mejorar. (Siempre teniendo en cuenta las limitaciones del cristal, que no puede hacerlo todo por nosotros, quienes somos los que realmente hemos de conseguir lo que nos proponemos.)

En definitiva, los cristales de cuarzo son una herramienta más de las muchas que disponemos, que se puede complementar muy bien con los aceites y la aromaterapia, enriqueciendo los resultados de los tratamientos y aumentando el bienestar de la persona que acude a nosotros.