CONECTA CON TU MAGIA Y LA MAGIA SE HARA EVIDENTE EN TU VIDA

Cuando se ha hecho todo lo que depende de uno, la Magia consiste en dejar que la fuerza del Universo actúe y que confluyan ambas cosas: la intención personal y la causalidad. Pero la Magia también consiste en saber que la segunda no siempre coincide con nuestros deseos y en estar abiertos a que sucedan cosas imprevistas. Eso nos abre caminos nuevos y configura nuestro viaje por la Vida.


sábado, 25 de mayo de 2013

UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN PERSONAL ACERCA DE LA MUERTE



Estos días me he visto inmersa en una actividad excesiva, por haberse acumulado asuntos que era necesario resolver cuanto antes. Han sucedido imprevistos y al mismo tiempo, he tenido que atender cuestiones improrrogables, lo que me ha llevado a un estrés importante.


Una de las cosas que tenía en mente, de manera casi continuada era “tengo que acabar esto, o dejarlo solucionado, porque si me muero mañana, va a quedar pendiente…”


A pesar de que mi edad no lo justifica, la cuestión de la muerte está muy presente en mi vida. Y aunque eso parezca paradójico, la una no puede existir sin la otra, del mismo modo que si no hubiera luz, no habría lugar para las sombras.

Acostumbro a plantearme este tipo de cosas sin relevancia alguna: ¿qué pasará cuando ya no esté y tengan que venir a desmantelar mi piso? Mejor dejar todo en orden y descargarlo en lo posible para no darles tanto trabajo… ¿Y querrán llevarse lo que tengo cocinado en el congelador, para disfrutarlo mientras me dedican un pensamiento acogedor, o les dará reparo comerlo y lo tirarán?  O bien, ¿cuánto tiempo perduraré en la memoria de alguien, hasta que mi recuerdo se extinga? Estas cuestiones no son sino simple curiosidad. Quizás necesidad de control, porqué no, de que todo esté en su sitio aún después de haber desaparecido físicamente.

Todo eso lo explico porque en los últimos días, esa idea de la muerte estaba muy presente y me llevó a darme cuenta de algo que para mí es importante, aunque desde fuera pueda parecer muy obvio: correr en exceso, malbaratando la salud para llegar a todo antes de que ocurra un hipotético inminente  fallecimiento, probablemente me va a llevar a un ataque de corazón, que quizás desemboque en un desenlace final irreversible. No es por temor que me hice esta reflexión, sino más bien por estar personificando una perogrullada.

Y mi conclusión final fue que, procuraría vivir cada día como si tuviera la eternidad por delante, y paralelamente manteniendo la conciencia de que cada día puede ser el último, lo que ayuda a gestionar la relación tiempo/actividad de manera más saludable, sin perder ni lo primero ni lo segundo, en el intento de vivir. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario